lunes, 25 de octubre de 2010

Unos pocos números hacen la diferencia

Con rabia casi canina quedé al enterarme de las cantidades exorbitantes con que se "jubilan" quienes resultaron damnificados de la poda gubernamental reciente. Hablamos de seis cifras -ojo- no seis ceros, todo hay que aclararlo. Pero seis cifras de bruto anual (si es neto, apague y vámonos) para que muchos de ellos se dediquen a oir ópera, pasear por el campo o incluso calentar alguna silla en alguna Diputación... Es entregar dinero a mansalva cuando hay millones de personas en España que apenas viven con cifras de tres números. La diferencia la hacen, fíjense ustedes, los números.
Por unos números lloran las reinas de belleza si son demasiado altos en su tabla rasa, por unos números lloraron y hasta se quitaron la vida algunos en las cíclicas crisis económicas mundiales, por unos números cambia la situación financiera de una empresa y por unos números estamos a punto siempre de ganarnos la lotería, cuestión de número es también el que un niño apruebe o repruebe el curso (una asignatura más..., qué más da según los genios de Educación). De hecho, el común de los mortales de este malhadado quinquenio "hace números" para llegar a fin de mes.
Pero es que cuando los números "pasan de castaño a oscuro" en un país (como muchos otros) que maneja los números como los maneja -estadísticas absurdas sin atisbo de realidad- se da uno cuenta de que Pitágoras perdió su tiempo y de que quizás las cuentas no salen porque algunos o no saben de matemáticas o se hacen los que no saben...
Un dato: 1.400 millones de euros es lo que tendrá que crecer el presupuesto nacional para indemnizar a los altos cargos que salen de la actual "crisis ministerial".
¡Cómo no van a sonreir en las fotos!

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