miércoles, 27 de octubre de 2010

Sueños, las locuras de la noche...

Hoy voy a ser un ególatra y voy a hablar de mí.
Alguien me dijo que contara mis sueños. No tienen nada especial pero algo que a mí me parece de lo más normal parece ser que es excepcional:  sueño en colores y sueño todos los días desde que recuerdo. Sueño en primera persona y en segunda persona e, incluso, hay sueños en los que yo misma veo a una Maria Isabel que ve a otra que, a su vez, está soñando. Y, para los suspicaces, NO tengo varias personalidades. Sueño la mayoría de las veces cosas sin sentido, y las menos ¡afortunadamente! pesadillas horrendas. Tengo también sueños inconexos en los que me veo actuando en distintos escenarios y con personas de distintos ámbitos de mi vida todos los que -curiosamente- construyen una misma historia. Anoche entro en mi sueño un ex-novio y su actual esposa (vaya cosa) como invitados a un evento organizado por mi madre. La chica, muy maja ella, nos estaba ayudando a limpiar nuestra antigua casa, preparándolo todo para el ágape. De pronto estaba durmiendo en la que, supuestamente, era mi habitación, justo al lado de un jardín muy descuidado y del que pensaba que estaría lleno de ratones, repentinamente aparece en escena el cuidandero del jardín, un negro gigantesco que me trajo dos ratones blancos para matarlos a "linternazos" (era su arma de dotación) y pretendía hacerlo justo sobre mi almohada. Cuando me niego "por temor a los virus" de los ratones siento que otro está en mi espalda tratando de... ¡roerme!
Eso, cuando no me da por prepararle a mi hermana -que en mi sueño es aún una niña-, su excursión escolar, metiéndole Actimeles y plátanos en su mochila y prestándole mis camisetas...
Me gustaría saber si los sueños tienen algún significado o si son simples repeticiones de lo que nos ha impactado durante el día. ¡Vaya gracia! ¡Casi viivir dos veces la misma cosa! Porque -al menos en mi caso- tienen relación con lo sucedido en el día. (El caso de los ratones no, claro) Le tengo pánico a los ratones.
Eso sin contar cuando estoy en un tête a tête con algún personaje de la política internacional. Alguna vez me tocó Hugh Jackman...

"Sueña el rico en su riqueza
que más cuidados le ofrece...
Sueña el pobre que padece
su miseria y su pobreza...
Sueña el que a medrar empieza,
Sueña el que afana y pretende,
Sueñe el que alaba y ofende.
En el mundo en conclusión,
todos sueñan lo que son
aunque nadie lo entiende...
¿Que es la vida? Un frenesí.
¿qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción
donde el mayor bien es pequeño
Toda la vida es sueño
y los sueños sueños son..."
Ya lo decía Calderón de la Barca...

lunes, 25 de octubre de 2010

Unos pocos números hacen la diferencia

Con rabia casi canina quedé al enterarme de las cantidades exorbitantes con que se "jubilan" quienes resultaron damnificados de la poda gubernamental reciente. Hablamos de seis cifras -ojo- no seis ceros, todo hay que aclararlo. Pero seis cifras de bruto anual (si es neto, apague y vámonos) para que muchos de ellos se dediquen a oir ópera, pasear por el campo o incluso calentar alguna silla en alguna Diputación... Es entregar dinero a mansalva cuando hay millones de personas en España que apenas viven con cifras de tres números. La diferencia la hacen, fíjense ustedes, los números.
Por unos números lloran las reinas de belleza si son demasiado altos en su tabla rasa, por unos números lloraron y hasta se quitaron la vida algunos en las cíclicas crisis económicas mundiales, por unos números cambia la situación financiera de una empresa y por unos números estamos a punto siempre de ganarnos la lotería, cuestión de número es también el que un niño apruebe o repruebe el curso (una asignatura más..., qué más da según los genios de Educación). De hecho, el común de los mortales de este malhadado quinquenio "hace números" para llegar a fin de mes.
Pero es que cuando los números "pasan de castaño a oscuro" en un país (como muchos otros) que maneja los números como los maneja -estadísticas absurdas sin atisbo de realidad- se da uno cuenta de que Pitágoras perdió su tiempo y de que quizás las cuentas no salen porque algunos o no saben de matemáticas o se hacen los que no saben...
Un dato: 1.400 millones de euros es lo que tendrá que crecer el presupuesto nacional para indemnizar a los altos cargos que salen de la actual "crisis ministerial".
¡Cómo no van a sonreir en las fotos!

jueves, 21 de octubre de 2010

Las manadas humanas del Serengueti

Todos a mi alrededor comparten la misma situación: desempleo. Estoy en el curso que mencioné hace unos días en una entrada anterior: "Aplicaciónes de gestión"; estudios que -al menos para mí- son realmente enredados: contabilidad pura y dura. El descanso, aunque se remite a la tradicional salida a tomar café también está dedicado al intercambio de páginas web de empleo o de ofertas. Hay cierto sentimiento de solidaridad entre los desempleados. No me gusta usar la palabra "parados" o "en paro". A mi modo de ver es algo así como decir "mantenido". Pura cuestión de imagen.
No es fácil asumir esta situación en ciertas etapas de tu vida. Comprendo perfectamente a aquellos que pasan de la década de los cuarenta, tienen responsabilidades económicas, familias que mantener y han trabajado toda su vida en cargos de responsabilidad. Como dirían los gallegos ¿"e agora que facemos?". Y agradezo no estar (del todo) en esa situación.
Está es una generación perdida -y no por falta de ideas ni de metas- sino de oportunidades y futuro.
Se me tacha, no sin cierta frecuencia, de pesimismo pero ¿quién logra mantener la sonrisa en los labios y el "talante" (nunca mejor dicho) en los tiempos que corren? Lo curioso es que aún queda quién lo logra, e incluso, nosotros mismos quienes nos encontramos en situación de "franca disponibilidad inmediata". Conozco luchadores natos que se levantan cada día a vivir sus propias batallas y ¡cada día con más ánimo!
Lo único que digo es que cuando los seres humanos tenemos situaciones comparables por alguna razón, actuamos como las manadas en el Serengueti: apoyándonos y -contadas veces- empatizando...

lunes, 18 de octubre de 2010

¿Wall Street, película, realidad, paranoia?

Wall Street. Pélícula que aunque parece ser segunda parte no es otra cosa que un remake de la primera. En mi humilde opinión, claro. ¿El gancho de la película? La caída de Wall Street debido a las hipotecas "subprime". Me vine a enterar ayer que los bancos americanos-justo los que han recibido subvenciones del gobierno ante su quiebra inminente- están cobrando hipotecas sobre propiedades pagadas en su totalidad. En ello ayuda una ley rusa que "nacionaliza" las propiedades de sus ciudadanos así estén en suelo extranjero. Pues los bancos aprovechan el tirón y se meten en la colada apropiándose de las propiedades. Esa fue una breve explicación de alguien que leyó el artículo o así lo entendí yo.
Me pregunto ¿se pueden aprovechar los bancos de tal tipo de leyes? ¿para que le sirve a un banco que presta servicios financieros de diverso tipos acumular propiedades inmobiliarias en general? ¿Es ésta otra de las "burbujas" planeadas a las cuales se refería "Gordon Gekko" en la película? Porque -aunque un poco descabellado- no sería raro que todo estuviera orquestado desde las altas esferas económicas o políticas para que los bancos piraña se comieran a las entidades menos solventes o con liquidez mínima en esos momentos. ¿Paranoia Mac Arthuriana?
 Vaya usted a saber lo que se cuece en la dimensión desconocida del tramado financiero mundial.... Pensemos...

miércoles, 13 de octubre de 2010

Una pelea muy contable

Corro el riesgo de perder a mis pocos seguidores si sigo en mi "silencio mudo". Cierto es que no tengo -al menos por ahora- novedades; pero en honor a ellos me siento en la necesidad de hablar. Llevo cerca de un mes peleándome con un tema que se me resiste: todo lo que tiene que ver con el debe, el haber, el pasivo y el menos pasivo. Me refiero a que la inteligencia (es un decir) de éste país a decidido poner a cuanta persona ve por la calle a estudiar con la excusa de que "estamos trabajando para España". Así es que habrá médicos metidos a alicatadores en cursos intensivos e ingenieros metidos a cerradores de colchón -profesión, que por cierto es nueva para mí- en cursos extra lentos porque como "estamos trabajando para el país"... Y así sucesivamente. Pues yo, humilde difusora de las ideas y de las palabras -entiéndase periodista y comunicadora- me veo metida en un curso para aprender a facturar y a sacar nóminas, algo que ni los mismos empresarios de este país saben "porque eso me lo hace la gestoría". Quiera Dios que ninguna gestoría se tope conmigo porque ahí no habrá crisis que valga será la hecatombe conmigo frente a contapluses, facturapluses y nominapluses. 
¡Y mira que hay gente a quien le gusta!