lunes, 4 de febrero de 2013

La España nuestra de cada día, reflexión

Leí ayer, en el periódico, que durante el mes de enero se dio a conocer a la opinión pública un "caso de corrupción" o motivo de escándalo cada día. Si eso es enero, ¿tendremos 365 casos este año? ¡Válgame Dios! 
El problema no es que se den a conocer, el problema es que sucedan y, peor aún, el problema es que en muchos de ellos los responsables no reciben el justo castigo (ni el justo ni ninguno, a decir verdad). 
Eso no es óbice para que los españoles medios sean "castigados" por el despilfarro con el que vivieron la década anterior al inicio de la crisis -léase año 2008, declarada o no por el gobierno de turno-. 
Pedimos las cabezas de los que no están siendo castigados por delitos simplemente porque los españoles están siendo castigados por delitos no punibles. El despilfarro, al fin y al cabo,  sólo le compete al individuo. En otras palabras: allá cada quién con su cada cuál. Si yo gasto como loca, yo pierdo y eso a nadie le importa, siempre y cuando no tenga consecuencias que afecten a otros, claro.
Todo esto viene a cuento porque nos creímos la España Europea y somos una república bananera. Fuimos, somos y seguiremos siendolo hasta tanto no cambiemos la mentalidad política y social de que lo podemos todo y lo sabemos todo. Así actúan los caciques y los dictadores de medio pelo de las novelas más costumbristas latinoamericanas...

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